martes, 29 de julio de 2014

Cosas que extraño de ser una noña de los 00's




    Hace unos día hablaba con unas amigas sobre el hecho de que amo ir a las papelerías o tiendas de artículos de oficina, no sé si sea el hecho de que tienen luces extremadamente brillantes o que hay algunas que puedes encontrar abiertas las 24 horas, esperándote como fantasmas en medio de la noche o si es el olor a nuevo o el sonido que hace el celofán que envuelve las estampitas de gatitos cuando lo estrujas. 

    No sé si es algo particular o si es el todo lo que me fascina y fue en una conversación en una papelería, entre el pasillo de correctores y el de folders de colores, que recordamos lo mucho que extrañamos ser unas adolescentes ñoñas y sentimos feo al darnos cuenta de que es probable que nuestros hijos, sobrinos o gatos no van a vivir los pequeños placeres de ser una adolescente ñoña de los dosmiles. No quiero sonar apocalíptica pero casi podría asegurar que en 15 años ninguna chava va a saber lo que se siente robarle una foto al chavo que le gusta. Y justo pensando en eso vinieron a mi mente tantas cosas que pasaban en esos entonces y que probablemente no volverán.

    Recuerdo que tenía un amigo en la prepa, que aprovechaba las clases de educación física para hacer prolongadas "idas al baño" en las que, como si se tratara de Misión Imposible, se arrastraba por el suelo y se metía a hurtadillas al salón del chavo que me gustaba y robaba cositas de su cartera, como fotitos o sus plumas y me las entregaba, y yo las guardaba en mi cartera para presumirla a la primera provocación. Creo que su mayor logro fue robarle la foto de mi crush a una niña que le había pagado a alguien más para robar la foto del certificado de prepa del susodicho y ya sé que seguro están pensando: "Que mala eres mondeleon, pobre güey seguro tuvo mil pedos... etc etc etc". No me importa yo tenía su foto en mi cartera.

    Foco, el que me gustaba, hoy vive en una latita de mentitas.

    Pero si no tenías un amigo para bajarle las fotos a tu crush tenías opciones como recortar su foto del anuario o perseguirlo "discretamente" con una camarita desechable mientras lo espiabas de lejitos, mi amigo Julio era un experto en estas cosas, podía perseguir a estos niños hasta el baño o acorralarlos en algún momento mientras yo iba pasando por atrás para que saliera en la foto y me siento mal por las niñas de ahora que jamás vivirán la emoción de cazar una foto, de investigar su teléfono para hacer llamadas esperando que fuera él y no su mamá la que contestara el teléfono, y en caso de tener suerte hacer la estupidez de quedarte callada y respirando de forma extraña o riéndote como tontita ¡Que bueno que aún no existían los identificadores de llamadas! Siento que las niñas de ahora lo tienen todo muy fácil, si les gusta un niño buscan su Facebook, si quieren una foto van a Instagram, si quieren saber sus gustos buscan su Tumblr ¿y la emoción de investigar y pasar hoooooooooras enteras en el teléfono hablando de él? ¿dónde están?


    Mi amigo Julio, mi frente y mis crushes de la época: Adrián Aguado, Nick Carter, James Van Der Beek y FOCO .

    Otra cosa que creo que se van a perder las niñas de hoy es mantener tus cosas privadas, tus pensamientos, tus tristezas, o si la teacher te caía gorda o si reprobabas y no querías que supieran tus papás, lo escribías en tu diario, yo pasaba horas escribiendo en mi diario, ser adolescente ñoña de los 90's y 00's tenía como deber: escribir un diario y esconderlo lejos de papás y hermanitas chismosas (sorry hermana, se que ya no eres así). Las niñas (y las viejas) de ahora no tienen privacidad, lo publican todo, es insoportable. Tener un diario donde guardabas un cachito de tu vida, entre estampitas y tinta de colores y pulseras de hilitos que te regalaban tus amigas o sus cartas, como olvidar eso. 

    Cartitas de las amigas.

    Antes del whatsapp, la gente escribía... ¡en papel! Niñas escuchen a la prima mondeleon la gente se escribía lo mucho que se quería, lo importante de la amistad, o letras de canciones que te daban mariposas en la panza, mi amigo Julio era muy bueno con las cartas de cuartillas enteras pero no tan bueno como mis otras amigas haciendo dobleces y escogiendo hojitas de colores o la Jelly Roll* correcta. Hasta los novios se escribían cartitas, como mi primer novio ñoño, que era fan de regalarme cartitas de mil cuartillas en hojitas de Winnie The Pooh acompañadas de un extraño rocío de su loción *awwwww cosito*, la mayoría eran letras de Juanes (que yo despreciaba en esa época porque ya me empezaba a gustar Limp Bizkit "el metal", pero bueno la intención es lo que cuenta ¿no? además tenía 14 años ¿ya mencioné que era una mega ñoña? Yo con esas cosas suspiraba porque me imaginaba que un día FOCO o Nick Carter me iban a escribir aunque fuera una notita, un: Hola, hueles rico. O esas cosas que se dicen los morros. 

    Ñoña de metal.

    Creo que algo que también se perderá era la emoción de la música, comprar un CD con sus booklets y sus canciones secretas, a mi ya no me tocó comprar vinilos pero sí tenía un cassette de JEANS ( Las que cantaban Pepé y yo cambiaba el nombre por el del chavo que me gustara). Comprar música era carísimo y eran decisiones de vida elegir el disco correcto porque no podías (en mi caso de niña prole) andar comprando de 3 ó 4, salvo que fuera Julio Regalado, ahí si me compraban como 30 discos aunque casi todos eran: NOW 1,2,3,4,5,6,7,8,9... ¿si recuerdan que les dije que era ñoña, verdad? 



    Peeeeeepeeeeee... 


    En esas épocas bajar música de internet era prácticamente imposible, pero lo que sí podías hacer era esperar que un CD de AOL se materializara (cuenta la leyenda que esos CDs no se creaban ni se destruían, sólo aparecían) y después de escuchar un celestial *Iuuuuucrshhhhhiuiuiuiuuuuutrrrrrrcrrrrrshpshhhhh* y dejar a tu familia sin teléfono, podías conectarte a internet, un mundo hasta entonces desconocido y en el que sólo los ñoños pasaban más de 2 horas al día. En ese mundo extraño del internet, podías buscar foros de tu banda favorita y conocer otros ñoños que como tú buscaban hablar con alguien que compartiera la misma pasión y devoción hacia una banda o cantante. Pero eso mis gatitos, es material para otro post, por ahora los dejo con este bello sonido. Que su WIFI jamás se apague.









    *Jelly Roll, plumas de gel de colores, con brillantina y que siempre se secaban en momentos de necesidad, entre más cool eras más Jelly Roll tenías.








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