martes, 1 de julio de 2014

Mondeleon está de vuelta... ¡más vieja que nunca!

    Casi dos años después de mi última entrada retomo este pequeño espacio que Dios Google me regaló.

    Encuentro en mis antiguos párrafos a la persona que solía ser y que ahora siento súper diferente. No sé si es por que soy una casi-señora de 30 (aunque tengo 28) o si porque de verdad cambié mucho.

    Y es ahora cuando me acerco a una crisis de edad, en la que el sentimentalismo me gana y sobre todo al vivir con mi novio, le lloro casi todas las noches para que podamos tener un gato y es que ¿Cómo no?

    A mi edad ya podría ser madre de una adolescente y estaría lidiando con cremas para el acné y novios prematuros, not... Yo sólo quiero una pequeña bolita de pelos que llene mis días y me maullé y me arañe y me llene toda mi ropa negra (o sea toda mi ropa) de pelos felinos  y que nunca crezca y  nunca se vuelva horrible como una puberta granosa e histérica, no... yo sólo quiero un gato para no tener que vivir la experiencia de tener un hijo ¿acaso es mucho pedir?


    You're not my real mom.


    Vuelvo a mi blog para escribir y sacarme cosas de la cabeza y sentir que practico mi escritura más allá de la redacción de copies tipo: Sabemos que formar un hogar es una meta muy importante (...) con nuestro financiamiento inmbiliario podrás contar con un lugar al que puedas llamar hogar. Llama ahora.

    ¿Ven a lo que me refiero?


    La publicidad empieza a filtrarse en mi alma a tal punto que cuando abro Facebook empiezo a verlos como productos que pueden ser mejorados o de plano sacados del mercado. Ya publicaré pronto mi guía para venderse en Facebook y no morir en el intento mientras tanto, los quiero florecitas del mal. Reciban un like de mi parte.

    Cheers.

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